Estoy inmovil
viéndote, soñándote, muriendo de vos
Estoy en el agua turbia que se posa en mis ojos entregados
extrañándote, sintiendo esa pena que a dos manos empuja mis hombros al vacío
Estoy quieto, pero mi mente me lleva todo el tiempo
y no para, me muestra lugares, tus lugares,
y de repente el cielo es gris, el agua sigue allí y vos ya no estás.
Que es esta vida! que es esta quietud que me lleva a los infiernos azules.
Cierro mis ojos para verte y morir sera mirarte eternamente.
Cierro mi alma y un chorro de vida rompe ese muro
y rebalsa el cuarto del fondo de la casa del barrio de mis sueños.
La quietud corre despavorida, cae al agua turbia y algo en mi renace.
Ahora estoy parado, en el centro del universo
mis manos quietas giran para abrazarte y al hacerlo ¡por fin!
solo siento en mi mejilla el frío inveranal de tu rostro que es amor.
viernes, 19 de septiembre de 2008
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